La receta del éxito de ‘La Pandi’
- comocomoblog
- 18 abr 2020
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 6 may 2020
Entrevista reportajeada a Amparo Pellicer, responsable de la RSC de la empresa Sakata Seed Ibérica
Ilusión, esfuerzo y mucho trabajo. Esos fueron los ingredientes para llevar a cabo este proyecto educativo que busca promover la alimentación saludable en los más pequeños, especialmente a través del consumo de frutas y verduras.
En la actualidad, 'La Pandi' ha visitado a casi 40.000 alumnos y cuenta con más de 26.000 seguidores en Facebook. Y es que, el brócoli Brocolín, la calabaza Pilgrim, el melón Sapito, el pimiento Yellow, la tomate Tina y las gemelas Bi y Mi -una hibridación natural entre brócoli y una variedad de col creada por Sakata- han conquistado el corazón de las niñas y los niños españoles. ‘La Pandi’ ya forma parte de un gran número de familias.
La razón nos la cuenta la responsable de esta iniciativa, Amparo Pellicer, una mujer que pasó de trabajar como ingeniera agrónoma en Sakata Seed Ibérica a llevar la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de esta empresa del sector hortofrutícola.
«‘La Pandi’ es una forma de conseguir que los niños se hagan amigos de las frutas y las verduras, que se familiaricen con ellas y no sientan rechazo al verlas», explica. Y esto lo llevan a cabo a través de talleres en los colegios, especialmente en la Comunitat Valenciana, Murcia y Andalucía, donde tienen desplegados todos sus recursos humanos.

‘La Pandi’ nació en octubre de 2018, pero, para conocer su historia, hay que remontarse varios años atrás, pues sobre este interesante proyecto infantil se enmarca todo un conjunto de acciones sociales que dieron lugar a lo que es hoy en día.
Sakata Seed Ibérica llegó a España en 1996, pero no fue hasta 2008, una vez ya estuvo asentada en la sociedad, cuando decidió buscar la forma de aportar su granito de arena. En ese momento, observó en la población española, especialmente entre los más pequeños, problemas de sobrepeso y obesidad. Es ahí cuando surgió la idea de Brócoli Pasión, una plataforma web donde difundir los beneficios del consumo del brócoli, un alimento hasta ahora poco conocido en España. «Queríamos hablar de las brásicas, de cómo cocinarlas para mantener sus propiedades y su sabor, porque vimos que la gente estaba dispuesta a comer más sano». Pero no querían quedarse solo ahí, Sakata creía que podía contribuir en mayor medida y por ello, creó su primer proyecto enfocado a la educación nutricional en niños, ‘Proyecto Brocolín’.

‘Proyecto Brocolín’ comenzó siendo una iniciativa para llevar a los colegios, aunque, al principio, no sabían si la idea gustaría o si funcionaría tal y como tenían previsto. «Creamos un proyecto de educación siendo una empresa del sector agrícola», comenta Pellicer. Todo ello dejaba un sinfín de interrogantes abiertos para el equipo, que años después aún no llega a creerse cómo ha cambiado la situación desde entonces hasta ahora.
«Creamos un proyecto de educación siendo una empresa del sector agrícola»
El proyecto fue un éxito. Los colegios querían que Brocolín, el protagonista de esta historia, fuese a sus clases para que los alumnos le conocieran. A partir de ahí, todo fue a pedir de boca. La iniciativa consiguió llegar a 17.140 niños y niñas. Y como ya tenían la mascota y un cuento, decidieron ampliar, creando además el ‘Jingle de Brocolín’, un éxito que obtuvo más de 17.000 visualizaciones en YouTube.
Pero la cosa no quedó ahí, y fue entonces cuando nació ‘La Pandi’, como una forma de ampliar el ‘Proyecto Brocolín’: «Decidimos pasar de solo el brócoli a incluir a más brasicáceas, a solanáceas, y a diversas familias de frutas y verduras porque queríamos promover su consumo el general en los niños y niñas ».

Desde su nacimiento, tuvo una acogida increíble. Durante su primer año, ‘La Pandi’ enamoró a un total de 13.200 niños y niñas de entre 5 y 10 años. Y en el curso escolar 2019-2020, la media refleja más de 1.500 alumnos al mes. Actualmente, esta iniciativa ha alcanzado la cifra de 22.700 alumnos visitados. ¿Cómo lo han conseguido?
Conectando con los niños a través de juegos donde pudieran aprender la importancia de la alimentación saludable. «Explicamos la pirámide mientras jugamos con ellos, y hablamos sobre los alimentos que se pueden consumir todos los días, los que han de comerse determinadas veces por semana y los que solo se han de tomar de forma esporádica», comenta Amparo. En los talleres también ponen a los niños el primer capítulo de la serie animada de ‘La Pandi’, donde este grupo de frutas y verduras se encuentran con una semilla que cuidan y protegen de los peligros que le acechan.

Pero lo que más gusta a profesoras y profesores, e incluso a ellos mismos, es el momento de sacar la fruta y la verdura de verdad y permitir a los pequeños que la toquen, la huelan, hablen de ella, e incluso la prueben. Para Amparo, esta parte del taller es fundamental, pues es la forma en que los niños pierden la adversión a las verduras: «Les tienen asco, pero es porque no tienen, o no suelen tener, contacto directo con ellas. Cuando les enseñamos una ramita de tomates cherry, o un semáforo de pimientos, lo primero que dicen al unísono es “alá, ¿eso es de verdad?”. Pero es que da igual lo que saques, no lo han visto nunca».
Aunque poco a poco se va avanzando en materia de educación nutricional en las escuelas, Pellicer afirma que aún queda mucho camino por recorrer. Ella es de la opinión de que la información alimentaria debería estar incluida desde pequeños en las escuelas, pues en estas edades es cuando los niños y las niñas están más receptivos. De hecho, eso mismo es lo que observa a través de sus talleres.

Desde Brócoli Pasión calculan que aproximadamente el 20-30% de los niños que han recibido el taller son más conscientes a partir de ese día de lo que están comiendo y que incorporan hábitos alimenticios más saludables. Por su parte, consideran que el otro 70-80% de los alumnos, aunque no lo apliquen, sí que se quedan con las explicaciones a través de los juegos, la serie y los muñecos. «No sé cuánto tiempo dura el efecto en ellos, si es para siempre o solo durante las semanas que se acuerdan de ‘La Pandi’», comenta Amparo Pellicer. Tampoco tienen forma de medir estos porcentajes de forma exacta para demostrarlo debido a que necesitarían hacer estudios y con la protección de datos es muy complicado.
Un 20-30% de los niños incorporan hábitos alimenticios más saludables tras el taller. El otro 70-80% aunque no lo apliquen, sí que se quedan con las explicaciones.
Sin embargo, se guían por el feedback que reciben a través de las redes sociales. Seguidores del canal de YouTube, de la página de Facebook o de la cuenta de Instagram son indicadores que demuestran que su trabajo no es en valde. Y es que, aunque ellos explican a los niños en las escuelas, después buscan la implicación de las familias a través de las redes. Y la encuentran.
La metodología es la siguiente: Van a los colegios, juegan con los pequeños sin que estos se den cuenta de que a la vez están aprendiendo, les regalan una mochilita de ‘La Pandi’, el segundo capitulo impreso de la serie y un flyer en el que explican a los padres que si realizan un plato junto a sus hijos con alguna de las frutas y verduras que han visto en clase y les envían la fotografía por las redes, les regalan el muñeco del ingrediente que han empleado. Todo ello sin coste alguno.

De esta forma, con cada colegio que visitan, la comunidad de ‘La Pandi’ crece un poco más. Es un quid pro quo, explica Pellicer: «'La Pandi' necesita de los padres y las madres para seguir creciendo y llegando a otros centros, y, a la vez, nosotros les recordamos diariamente lo importante que es la alimentación de sus hijos». En muchas ocasiones, es una forma de que los padres no desconecten, que no tiren la toalla con este tema. A través de Brocolín, de Tina o de Yellow los padres consiguen que sus hijos e hijas coman más frutas y verduras para ser igual de fuertes, valientes o aventureros que ellos. O aprenden conceptos a través de la serie de YouTube, o incluso hacen recetas por conseguir más peluches… Un sinfín de trucos para recordar a los padres que ‘La Pandi’ está ahí para que no desistan.
Fuente: www.brocolipasion.com
A través de las redes sociales, animan a los padres para que no tiren la toalla y no olviden la importancia que tiene la alimentación saludable.

Antes de que cogiera tal volumen, este proyecto ya tenía algo que llamó la atención de la asociación 5 Al Día, pues, con solo seis mesecitos de vida, ‘La Pandi’ recibió el Premio 2019 a la Categoría Infantil. En ese momento, ya llevaban 2.000 alumnos cada mes, y cada vez ha ido a más. Y es que la iniciativa ha despegado hasta tal nivel que, tal y como comenta Amparo Pellicer, aunque su nivel de satisfacción es enorme, el ritmo de trabajo es tan grande que de momento no pueden abarcar a más. «No es llegar a más niños, es que, a los que lleguemos, lo hagamos correctamente», argumenta con resignación. Sin embargo, recalca que, el hecho de que tanto madres y padres como docentes les den tanto apoyo es el motor que hace que esta idea siga adelante.
¿Y qué planes tiene ‘La Pandi’ para el futuro? De momento, la idea es seguir ampliando y mejorando lo ya construido, ir adaptándose a la demanda, pues la situación actual por el COVID-19 y el Estado de Alarma tampoco ha permitido que estos muñecos y sus creadores pudiesen acabar el curso escolar. Pero, por ahora, lo más probable es que se lancen a las redes sociales, consolidando el proyecto y realizando «pequeñas pero continuas mejoras». Y es que, Pellicer lo tiene claro. Su empresa ha apostado su RSC en un sector fundamental, pues, tal y como ella misma expresa, invertir en educación es invertir en salud.
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