Mireia Hurtado: «Aumentar la conciencia durante la alimentación permite atender mejor el cuerpo»
- comocomoblog
- 5 may 2020
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 6 may 2020
Entrevista a la nutricionista y psicóloga experta en Mindful Eating
Mireia Hurtado no cree en las dietas, aunque no siempre ha sido así. Cuando era pequeña, vivía en lucha constante con la alimentación, convirtiendo a esta en una enemiga.
Sin embargo, a los 22 años, encontró en la meditación una vía de escape a esos problemas que tenía con la alimentación, y desde ese momento, su vida cambió para mejor.
Comenzó a formarse como psicóloga y como nutricionista, pero, a pesar de estar haciendo lo que más le gustaba, no conseguía hacer que los pacientes incorporaran hábitos saludables a largo plazo, pues las dietas solo eran efectivas durante un periodo de tiempo. En ese momento, se dio cuenta de que la perspectiva de dieta no era compatible con unos hábitos saludables duraderos. Por ello, empezó a buscar alternativas a estas técnicas nutricionales.
Y la encontró en el Mindfulness y en el Mindful Eating, prácticas que, a pesar de tener siglos y siglos de antigüedad, no han sido conocidas por los europeos hasta hace relativamente poco. En estas técnicas fue en las que halló la pieza que faltaba del puzle, y desde ese momento, decidió emplearlas para concienciar a las personas en los términos de "salud en todas las tallas" y de "no dieta".
La experta, especializada en la recuperación del efecto "yo-yo" de las dietas, del comer emocional, del trastorno por atracón y la relación conflictiva con la imagen y el cuerpo nos explica en esta entrevista qué es el Mindful Eating y por qué es tan beneficioso.
¿Por qué es tan importante la alimentación consciente?
La alimentación consciente es importante porque, en cierta manera, una de las cosas que se ven es que el "piloto automático" dificulta mucho el autocuidado. Al final, el ser humano tiende a funcionar por hábitos, tratamos de ahorrar recursos mentales. Y eso está muy bien, pero cuando se refiere a la nutrición del cuerpo, esto nos lleva a no escucharnos y no atender bien a nuestras necesidades, entonces, claro, si tenemos buenos hábitos, maravilloso, pero si tenemos malos hábitos esto es un problema, porque son como cableados automáticos y al final se come pero no se sabe cómo se come ni para qué. Por ello, aumentar la conciencia durante la alimentación es la manera de poder atender mejor el cuerpo.
Para empezar desde el principio, ¿en qué consiste la técnica del Mindful Eating?
El Mindful Eating es Mindfulness aplicado al mundo de la alimentación. Es decir, desde la conciencia de las señales de hambre: si tengo hambre, si no tengo, si estoy confundiendo el hambre con otra experiencia... También busca observar las señales de plenitud, saciedad, satisfacción, y aprender a darnos cuenta de los pensamientos y las emociones que hay en el aquí y en el ahora, que son automáticos y que pueden influenciar nuestra conducta alimentaria. Desde una actitud de aceptación, de no juicio, de amabilidad, el Mindful Eating busca realizar acciones que vayan más vinculadas a nuestro autocuidado.
Desde una actitud de aceptación, de no juicio, de amabilidad, el Mindful Eating busca realizar acciones que vayan más vinculadas a nuestro autocuidado.
¿Cuál es el origen de esta práctica?
Pues realmente, lo de comer conscientemente forma parte de las tradiciones orientales desde el principio del desarrollo de la religión, desde el budismo. En las religiones orientales siempre hay una parte de conciencia plena que se aplica también a la alimentación.
El Mindfulness y Mindful Eating son prácticas de más de 2 000 años de antigüedad, lo que pasa que sí que es verdad que a raíz del auge del Mindfulness de los años 70, 80 y 90, se han empezado a hacer como diferentes aplicaciones de este acompañadas de investigaciones, y de ahí se ha empezado a ver también la importancia del campo de esta práctica aplicada a la alimentación.
Las investigaciones lo que vienen a decir es que esta práctica ayuda a incorporar hábitos saludables a largo plazo, ayuda a gestionar el hambre emocional, los atracones, ayuda a que las personas estén más capacitadas para cuidarse, se reducen las porciones de forma natural, la gente cuando practica la alimentación consciente está más capacitada para hacer elecciones más saludables de forma natural y espontánea…
La gente que practica la alimentación consciente está más capacitada para hacer elecciones más saludables de forma natural y espontánea…
Entonces el auge viene un poco de la mano del auge del Mindfulness y de la mano de la conciencia, de que el camino del autocuidado mediante las dietas no está funcionando, es como un callejón sin salida que atrapa a la gente. Esto es un camino diferente en el cual las personas se empoderan en su autocuidado.
Claro, porque se ha puesto como de moda en los últimos 5 años, ¿no?
Cuando yo empecé a trabajar hace 8 años recuerdo que hacía unas charlas gratuitas para presentarlo y recuerdo que hubo una en la que solo vino una persona. Éramos otra persona y yo, y dije bueno no sé si voy muy bien, pero bueno, yo seguí intentándolo. De esto hace 8 años, por suerte cada vez está funcionando más, somos más profesionales.
Yo hago formaciones también a dietistas, a psicólogos y la verdad es que cada vez hay más interés porque el propio profesional de la salud se da cuenta que el camino que está utilizando, que al final es lo que nos han enseñado en la carrera, no funciona y busca alternativas. Y bueno, todo esto, también viene un poco de la mano del auge de la espiritualidad. Este camino, el Mindfulness, la espiritualidad, es como que está un poco de moda también ahora y los que estábamos ahí ya con el Mindful Eating nos hemos beneficiado de que todo esto se haya puesto de moda, pero bueno, llevamos años trabajando con esto, la verdad.
El propio profesional de la salud se da cuenta que el camino que está utilizando, que al final es lo que nos han enseñado en la carrera, no funciona y busca alternativas.
Usted es nutricionista y psicóloga, ¿cómo llega a este mundo de la meditación, el Mindfulness y por consecuencia al Mindful Eating?
Yo empecé a meditar hace 25 años, empecé a leer libros de meditación vipassanos. Siempre me ha gustado la espiritualidad, también yo tenía mis conflictos con la comida, con el cuerpo, atracones, entonces estaba como intuyendo que por ahí, en el mundo de la meditación, había un camino. Pero esto no fue fruto de mi práctica, sino un poco casualidad, que buscando y buscando….
Yo veía que el mundo de las dietas no funcionaba entonces buscaba otros caminos, otros recursos, y fui a parar al Mindfulness cuando se empezó, hace diez años. Desde una asociación de psicólogos empezaron a hacer formaciones y entonces había un módulo de trastornos alimentarios y de alimentación y yo quería profundizar. Vi que se tocaba el tema de la alimentación muy por encima y empecé a buscar más formaciones. Vi que venían unas profesoras americanas a Bélgica y me fui a hacer la formación. Te hablo del 2012, entonces, en aquel momento, nadie había oído hablar prácticamente del Mindful Eating, muy poca gente, porque sí que es verdad que en Estados Unidos ya estaba habiendo más investigaciones y formaciones como esta que yo hice en Bélgica, pero aquí en Europa pues no había nada prácticamente. A partir de ahí ya empecé a seguir formándome, a seguir leyendo… hasta ahora.
Se concibe que el Mindful Eating únicamente va dirigido a personas con Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) u obesidad… Pero, realmente, ¿a quién va dirigido?
No, no solo va a dirigido a estas personas. Lo que dicen las investigaciones y por mi propia experiencia la práctica del Mindful Eating es muy beneficiosa para el trastorno por atracón, para la bulimia, para el hambre emocional… para todo lo que es la sobreingesta en general, debido a malos hábitos, a patrones automáticos, debido a la restricción…
No sería tan adecuado para las primeras fases de un comer restrictivo como la anorexia, porque como todos los circuitos de regulación hormonal y el hambre, están alterados, poner más conciencia a eso no ayuda, más bien perjudica. En fases avanzadas de recuperación, para ayudar a una persona con anorexia a recuperarse completamente sí que es muy buena la alimentación consciente, pero en las primeras fases no porque esas personas no tienen hambre, no sienten el hambre y la plenitud, por tanto si aun se pone más la mirada ahí se puede perjudicar más a la persona. Pero en mi especialidad, que es el trastorno por atracón, ahí sí que hay mucho beneficio, por supuesto.
¿Cómo podemos saber si no comemos de forma consciente? ¿Cuáles son los ítems que podrían ayudarnos a ver que no lo hacemos?
Esto consiste un poco en preguntarte. Es tomar conciencia de, cuando comes, cuántas veces eres consciente de si estas teniendo hambre o no, cuántas veces eres consciente de si paras porque sientes que tu estómago ya tiene suficiente o, por lo contrario, porque te tienes que terminarte todo el plato. Tomar conciencia de si sientes muchas urgencias a lo largo del día y te dejas llevar por esas urgencias. Es un poco empezar a escuchar en qué medida estás respondiendo en base a tu cuerpo o en base a algo externo. Empezar a llevar la atención dentro del cuerpo y a preguntarte si el hambre es hambre, por qué estás comiendo, para qué estás comiendo, etc.
En su caso, ¿cómo planifica las sesiones para que sean atractivas para la gente?
El programa está basado en ir siguiendo el proceso natural. Hay una sesión que la dedicamos a explorar el hambre y los diferentes tipos de hambre, otra que la dedicamos a explicar la diferencia entre plenitud y satisfacción, otra la diferencia entre plenitud y saciedad, otra donde trabajamos el hambre emocional y las urgencias, otra que dedicamos a trabajar los hábitos y los patrones adquiridos en casa... Vamos como construyendo poco a poco. Yo siempre digo que esto es como un puzle y todas las piezas son importantes, entonces vamos añadiendo pieza por pieza y al final del curso de 8 sesiones tenemos todo el puzle construido…
De todas formas, yo siempre digo que esto es una plataforma de lanzamiento. No por hacer un curso de Mindful Eating vas a tener solucionados tus problemas con la comida, aquí aprendes habilidades y herramientas pero tienes que seguir practicando el resto de tus días, porque al final son hábitos, son patrones que tampoco son fáciles de cambiar de un día para otro…
Por último, ¿podría dar tres consejos desde la perspectiva del Mindful Eating para aplicarlos en el día a día?
Yo diría, de entrada intentar comer sin estímulos. Muchas veces, las familias comen delante de la televisión o incluso los niños comen delante de las máquinas, y esto es fatal porque no nos damos cuenta de lo que está pasando dentro del cuerpo, entonces si podemos comer la familia junta sin estímulos externos en la medida de lo posible, sin televisión, prensa, móvil, o cualquier estímulo... Eso ya ayuda.
Si podemos comer sin estímulos, realizando transiciones, valorar la cantidad de hambre que tenemos antes de empezar a comer y saborear la comida, nos sentiremos más satisfechos al acabar de comer.
Otro consejo es hacer transiciones, es decir, antes de empezar a comer, parar, hacer tres respiraciones lentas y profundas para soltar el "piloto automático", porque estamos en ese "modo hacer" todo el día, y un poco pues ir a ese lugar de más presencia. Parar y respirar.
También podría realizarse un ejercicio que consiste en que, cada vez que sintamos hambre o una urgencia, llevemos la atención dentro del cuerpo para poder valorar en una escala del cero al diez cuánta hambre real estamos teniendo. Además, es importante intentar saborear más la comida, llevar la presencia a la boca, darnos cuenta del sabor, del olor, de la textura, de si es agradable o desagradable. Poder estar más presentes en el placer. Si realizamos estas pautas, cuando terminemos de comer, nos sentiremos más satisfechos.
¿Quieres saber más sobre el Mindful Eating?
Haz click aquí para leer la crónica sobre la conferencia realizada por Mireia Hurtado.
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