Suplementos deportivos, ¿sí o no?
- comocomoblog
- 9 jun 2020
- 4 Min. de lectura
Reportaje audiovisual sobre la necesidad o no del consumo de estos productos
El mundo de la alimentación ya no solo engloba los alimentos tal y como los conocemos. Ahora, también hay que tener en cuenta otras alternativas cada vez más presentes en nuestro día a día, como son los suplementos nutricionales o deportivos.

En la última década, la suplementación deportiva se ha convertido en un negocio millonario. Según dio a conocer la Asociación de Empresas de Dietéticos y Complementos Alimenticios en un estudio realizado en 2019, este mercado mueve cada año en nuestro país alrededor de novecientos veinte millones de euros.
La Asociación para el Autocuidado de la Salud no solo confirma esta cifra, sino que además afirma que esta solo concierne a las ventas en farmacias, sin contabilizar las compras online, los herbolarios y las grandes superficies, que son las que acaparan la mayoría de las ventas. Un dato que, posiblemente, duplicaría o triplicaría esos novecientos veinte millones de euros anuales.
Desde 2013, este es el mercado que más ha crecido dentro del autocuidado, generando controversia dentro de la comunidad científica y posicionando a la población a favor y en contra de su consumo.
¿Es necesario el consumo de suplementos deportivos?

Vivimos en una sociedad en la que el culto al cuerpo es el mantra a seguir. Ello ha conllevado un aumento del uso de los suplementos deportivos. Según un estudio elaborado en 2019 por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), un 30 % de la población española reconoce consumir algún tipo de suplemento nutricional.
Estos productos generan mucho interés entre los deportistas, especialmente en aquellos que se acaban de iniciar. Sin embargo, ¿es necesario su uso?
Los expertos consideran que puede ser beneficioso, pero que hay que emplearlo como un valor añadido y no como un sustituto, pues, tal y como explica la nutricionista deportiva, Paula Bastan, no merece la pena su consumo si los puntos clave no están cubiertos: «Cuando tengamos un buen descanso, una buena dieta y un entrenamiento con los estímulos que necesitamos, ahí es cuando hay que plantearse meter suplementación, que es la gotita que colma el vaso. Pero no antes de tener estructurada y planificada la base de la pirámide».
Según Enrique Roche, catedrático del área de nutrición y bromatología, la base científica, la disciplina que se realiza, y el momento de la temporada en el que se halle el deportista son las tres premisas básicas para determinar la necesidad o no del consumo de suplementos deportivos. De hecho, él mismo asegura que si estas se aplican, no debe haber ningún riesgo para la salud.
«La base científica, la disciplina que se realiza, y el momento de la temporada en el que se halle el deportista son las tres premisas básicas para determinar la necesidad o no del consumo de suplementos deportivos»
Enrique Roche, catedrático del área de nutrición
Por tanto, si tiene beneficios, y no supone riesgos como tal, está todo resuelto ¿no? La respuesta es no. Y es que, ello no implica que no haya ciertos problemas ligados a estos productos.
El más grave, la legalidad. En España, tres reales decretos regulan estos productos. En el último de ellos, se fijan las cantidades máximas diarias que se pueden consumir de las 53 principales sustancias utilizadas en la fabricación de suplementos alimenticios. Sin embargo, sigue faltando información al respecto, lo que conlleva un vacío legal que deja la puerta abierta a productos que contienen sustancias, en nuestro país, ilegales o suplementos inocuos que suponen una pérdida de dinero. «Dicen muy poquito de la legalidad de estos suplementos. Hay algunos que son legales, otros que no, pero no está tan regulado. Al no estar definida como tal, no hay tantas leyes como con los medicamentos o los alimentos», explica el farmacéutico, nutricionista y divulgador sanitario, Jaime Sebastiá.

A ello, se suma la gran influencia que tiene la publicidad y las redes sociales, donde los suplementos se comercializan a través de cuerpos fibrados y musculados, haciendo que el cliente asocie su consumo a estos cuerpos. Este tipo de asociación, explica Roche, puede conllevar, en algunas situaciones, problemas psicológicos debido a no conseguir alcanzar esa figura: «Donde hace mucho daño psicológico es cuando ves que están vendiendo tal producto una chica o un chico muy delgado y tú estás con una obesidad mórbida… Esto es muy duro para estas personas porque son referentes inalcanzables. Tenemos que ser realistas. Cuando estas personas adelgacen, llegarán a un peso que no será igual el que ellos están soñando con el modelo que tienen delante, pero será mucho más saludable, y eso es lo importante, la salud».
En otros casos, estos productos pueden suponer la puerta de entrada a sustancias prohibidas, como los anabolizantes o los esteroides. Y es que, comenta Sebastiá, en el momento en que se prima la estética o el rendimiento por encima de la salud, se puede llegar a traspasar la frontera y emplear estas sustancias, que para nada son el mensaje que tratan de difundir los divulgadores sanitarios.
El problema, por tanto, no está en los suplementos deportivos per se, sino en la falta de regulación, en las agresivas campañas de márquetin que realizan las empresas que los comercializan y en la concepción de estos suplementos como productos milagro. «A veces se busca la comodidad, y se prefiere la pastilla que hace adelgazar antes que hacer ejercicio de fuerza o de resistencia... Da igual lo que diga la evidencia, por si acaso, lo prueban», comenta Sebastiá.
«Da igual lo que diga la evidencia, por si acaso, lo prueban»
Jaime Sebastiá, farmacéutico y nutricionista

Así que, ante dicha situación, los tres expertos recuerdan que lo importante no es el culto al cuerpo, sino a la salud y aconsejan que, antes de comprar cualquier cosa, se acuda a un profesional, pues, tal y como dice Roche, igual que cuando se está enfermo se acude al médico, cuando se tenga una inquietud desde el punto de vista nutricional, se ha de acudir a un nutricionista.
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